La economía mexicana sigue recibiendo golpes a mansalva, si no es por el aumento del 14 por ciento a las gasolinas, cortesía del gobierno mexicano, es por las fallidas inversiones extranjeras, cortesía de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos.
Las políticas comerciales del magnate están enfocadas a fortalecer la economía estadounidense con el objetivo de mantener las empresas de su lado de la frontera y evitando que estas industrias emigren a otras latitudes en busca de mano de obra barata. Tal es el caso de Ford Motor Company, empresa dedicada a la fabricación de autos y camiones para distintos usos.
Durante 2016 Ford anunció que trasladaría la producción de la gama de autos Focus y C-Max a México, por lo que planeaba una inversión de mil 600 millones de pesos en San Luis Potosí y dejarían atrás la empresa armadora que manejaban en Detroit, Michigan.
Durante el periodo de la campaña electoral estadounidense, Donald Trump se mantuvo fiel al discurso de engrandecer a su país como la verdadera potencia que es, asegurando que dialogaría con las empresas para mantener los empleos en su nación sin que hubiese necesidad de trasladarse a otros lugares, lo que se compensaría con una mayor competitividad y una cero reducción de empleos en las fábricas laborales.
En la madrugada del día martes 3 de enero, en la cuenta oficial del presidente electo estadounidense, @realDonaldTrump, publicó un mensaje en el que pide a la empresa General Motors que detengan la producción en México del Chevy Cruze y lo produzcan en Estados Unidos, de lo contrario pagarán altos impuestos en la importación del mencionado vehículo, justo como lo anunció durante su acto de campaña el 15 de septiembre del año pasado, cuando habló de un impuesto del 35% a los autos estadounidenses producidos en otros países, lo que significa un duro golpe a los intereses de las empresas norteamericanas.
Y tal parece que el mensaje llegó a quien estaba dirigido, ya que unas horas después de ese tuit, Mike Fields, director ejecutivo de Ford anunció la cancelación del proyecto en México y la inyección de 700 millones de dólares en la planta de Michigan
Así se vislumbra el accionar político estadounidense ante el mexicano, no son acciones en contra, son acciones a favor de su gobierno y su gente, que vista desde nuestra perspectiva son oportunidades de distintos tipos de empleo que se han perdido, desde el área de construcción, hasta la operativa, empleos temporales y permanentes, que si bien no son los mejor pagados, a nuestra gente les sabe a salario, sustento y economía, débil, pero economía al fin.
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