En el municipio de Teotlalco, ubicado al sur de Puebla, a principio del mes de diciembre y finales de febrero, se lleva a cabo la apertura de turismo de caza, la cual, genera una derrama económica de aproximadamente 500 mil pesos que beneficia a 50 familias de los ejidos de Contla San Miguel y Santa Cruz Achichipilco. Foto: RetoDiario

En el municipio de Teotlalco, ubicado al sur de Puebla, a principio del mes de diciembre y finales de febrero, se lleva a cabo la apertura de turismo de caza, la cual, genera una derrama económica de aproximadamente 500 mil pesos que beneficia a 50 familias de los ejidos de Contla San Miguel  y Santa Cruz Achichipilco.

Durante ésta temporada, se lleva a cabo la caza controlada del venado cola blanca, que cuenta con la supervisión y regulación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

De acuerdo con Rogelio Rosas, presidente del comisariado ejidal y responsable de las Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA), por cada caza de este animal se generan alrededor de 15 empleos directos y 10 indirectos, ya que, detalló, se ofrece guía, hospedaje y comida a cazadores nacionales y extranjeros que llegan a la UMA solos o en grupo y en caso de obtener “su trofeo” se pagan 6 mil pesos y todo va directo al núcleo ejidal.

Así mismo, el funcionario de la UMA, dijo que se sigue la regulación federal al pie de la letra, ya que solamente se cazan machos adultos, ya que según la norma, se debe proteger a las hembras y a los venados pequeños. Y de acuerdo a las cifras proporcionadas por él mismo, en los tres meses que dura la temporada los venados que se cazan no son más de 10 ejemplares.

Por otra parte, aseguró que la caza que se lleva a cabo en ésta zona es exclusivamente deportiva. Otros animales que son cazados son el tejón, chachalaca, codorniz y conejo. Esto, dijo, ha permitido a los ejidatarios mantener estos santuarios para la conservación de la flora y la fauna ya que el hombre no interviene en la reproducción de las especies pero crea las condiciones propicias para la misma.

Otra labor que hacen los ejidatarios de estas reservas es mantener estos santuarios alejados de los cazadores furtivos y no es nada fácil ya que la UMA Contla San Miguel tiene una extensión de mil 505 hectáreas y la de Santa Cruz Achichipilco mil 800 hectáreas.

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