Uno de tantos fundadores de partidos socialistas que terminaron en el PRD.
Político que participó en el Frente Democrático Nacional de 1988 y que hoy aplaude una alianza con el PAN.
Con la firma del «Frente Ciudadano por México» (FCM), el Partido de la Revolución Democrática intenta aferrarse con las uñas, a no dejar de ser aquel «ente-figura de izquierda» en la historia político-electoral de nuestro país.
Sin embargo, las constantes alianzas que ha entablado con el PAN en los últimos años electoreros, así como la formación y posicionamiento de Morena como un nuevo partido izquierdista, además de aquellos casos de corrupción en los que se han involucrado integrantes del Sol Azteca, son circunstancias que enflaquecen su credibilidad, pues no solo pinchan directo en la médula de sus ideales políticos, sino manifiestan a la población que el partido ya no es fiel a los principios sociales con los que se fundó en 1989, resultado de una alianza de oposición directa al PRI-nosaurio.
Pero todavía quedan unos cuantos días para que, antes de ir con los demás partidos, el PRD trate de resolver algunos nudos internos y, entonces sí, presente el abanico de «liderazgos» que propondrá para encabezar el tan esperado frente opositor.
Por lo anterior, y adherido a los perfiles electorales que ya se han revisado en Hoy Novedades, en esta ocasión presentamos el perfil de Graco Ramírez, actual gobernador de Morelos, como el perredista que completa la triada de «presidenciables» por este partido y que, pese a su largo historial en la izquierda mexicana, seguramente no dejaría pasar la oportunidad de ser incluido en la «lista bicolor» para ser electo como candidato del FCM.
Inicios en la política
Abogado de profesión por la UNAM, Graco Ramírez comenzó su andar en la política como líder estudiantil, al ser delegado de la Preparatoria 6 ante el Consejo Nacional de Huelga del Movimiento Popular Estudiantil de 1968.
Fue miembro fundador del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), institución en la que, incluso fue secretario general y diputado federal en dos ocasiones, de 1979 a 1982 y de 1985 a 1988.
Para 1987, también participó en la fundación del Partido Mexicano Socialista (PMS), organismo que, al año siguiente, postulara, a la presidencia de México, a Heberto Castillo, aunque éste finalmente declinó por Cuauhtémoc Cárdenas, quien había sido desplazado por Carlos Salinas de Gortari como el candidato del PRI.
De tal suerte que el joven Graco fue testigo de un acontecimiento sin precedentes dentro de la historia de México: la conformación de una alianza electoral entre «partidos satélite» que dio origen al llamado «Frente Democrático Nacional», coalición que abanderó al hijo de Lázaro Cárdenas en su búsqueda por la presidencia de la República y que estaba integrada por el PMS, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), el Partido Social Demócrata, así como el Partido Popular Socialista (PPS).
En aquel año, Graco Ramírez extendió la invitación a cierto tabasqueño, originario de Macuspana, a formar parte del FND para que se convirtiera en un auténtico «demócrata», acción que hoy día califica como uno de sus mayores pecados en la política.
El 5 de mayo de 1989, luego del escandaloso fraude electoral protagonizado por el Revolucionario Institucional, gran parte de los partidos y organizaciones sociales que habían creado el Frente Democrático Nacional, en conjunto con Cuauhtémoc Cárdenas, Silvano Aureoles, Ifigenia Martínez, Graco Ramírez, etcétera, crearon el Partido de la Revolución Democrática (PRD), instituto en el que ha militado hasta el día de hoy.
Como hasta ahora se ha explicado, la participación política de Graco Ramírez, a diferencia de otros actores que en su momento se han interesado en las candidaturas presidenciales del PRD, incluidos Cárdenas y López Obrador, se ha construido en institutos orientados hacia la izquierda, así como en movimientos sociales.
Trayectoria en el PRD
Ya como militante del naciente partido de alternativa izquierdista, Graco fue elegido miembro del Comité Ejecutivo Nacional y asumió, de 1989 a 1993, la responsabilidad del área de la Política de Alianzas.
Además, en 1991 acompañó a Salvador Nava, candidato a la gubernatura de San Luis Potosí, en la marcha que denunciaba un supuesto fraude electoral protagonizado por el abanderado priista, Fausto Zapata, quien finalmente renunció y fue suplido por el ingeniero Gonzalo Martínez Corbalá, ante la presión pública desatada por el movimiento opositor.
En el periodo 1994-1997, por tercera ocasión, el perredista ocupó un lugar en la Cámara de Diputados, específicamente en la LVI Legislatura, ahí participó en la conformación de la Reforma Política que buscaba librar al entonces Instituto Federal Electoral (IFE) de ser presidido por el gobierno federal, acción con la que se intentaron crear las primeras reglas de equidad y hacer posible la alternancia política en nuestro país, tras 71 años de gobiernos del Revolucionario Institucional.
Al concluir su ciclo legislativo, desde la dirigencia del PRD en Morelos, se convirtió en el principal opositor del gobernador tricolor, Jorge Carrillo Olea, incluso, en 1997, luego de que el jefe del grupo antisecuestros de la Policía Judicial del estado fuera sorprendido arrojando el cadáver de un presunto delincuente en una carretera de Veracruz, Graco Ramírez organizó una marcha de protesta que culminó con la solicitud de licencia al cargo, el 15 de mayo de 1998, del mandatario estatal, ante la posibilidad de un juicio político.
Finalmente, en 2006 fue electo senador de la República por Morelos para el periodo 2006-2012, en la LX y LXI Legislatura, en la Comisión de Desarrollo Social y la Secretaría de la Comisión de Energía.
Gobernador de Morelos
Justo cuando, a nivel federal, Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota se disputaban la presidencia de México; en Morelos, Graco Ramírez, José Armando Orihuela y Adrián Rivera Pérez hacían lo propio con la gubernatura, en donde se dio la victoria al candidato del PRD, MC y PT.
Entre sus primeras acciones al frente del estado, aumentó el presupuesto destinado a los programas sociales, con lo que logró implementar acciones como parte de la estrategia para la seguridad y la paz, ya que durante el gobierno del panista Marco Antonio Adame, quien en tan solo 3 años en la administración, permitió que la delincuencia se hiciera de varias zonas en Morelos.
Cabe recordar que durante la administración de Adame, fueron sonados los casos particulares del levantón de 11 jóvenes; operativos federales para detener a sicarios del cártel de los Beltrán Leyva, en la misma calle donde vive Marco Adame, y la aparición de narcomantas, así como el asesinato del hijo del poeta y novelista Javier Sicilia, quien luego de los hechos, formara una asociación civil llamada Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
En fin, Graco Ramírez impulsó, entre otras acciones, el Mando Único policiaco, con la que se dio la garantía de que la policía municipal y estatal funcionarían bajo la dirección del gobernador de la entidad, siendo Morelos la primera en implementarlo.
A pesar de esto, la delincuencia continuó, situación por la que Sicilia no cesó sus protestas, dejando a un lado su salida del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, misma que había anunciado por cansancio en meses anteriores.
El roce entre ambos se mantuvo al grado que, durante una protesta conjunta con el Frente Amplio Morelense, a las afueras del Palacio de Gobierno de Morelos, Sicilia se dijo atacado por miembros del Mando Único, hechos por los que tuvo que ser trasladado en ambulancia a un hospital para verificar que los golpes no fueran de gravedad.
Ante esto, Graco Ramírez únicamente resolvió señalar que todo era parte de una «estratagema para encubrir actos de corrupción de la UAEM (Universidad Autónoma del Estado de Morelos)».
El estira y afloja entre ambos continuó hasta finales de año, cuando Sicilia señaló a Graco de ser «el Javier Duarte de Morelos» y sostuvo que se le debería investigar por actos de corrupción y vínculos con la delincuencia organizada, antes de que culminara su gestión en 2018.
Así mismo, Sicilia señaló que la impunidad había florecido durante el gobierno de Graco, y además indicó que el estado de derecho se había visto afectado, situación que dificultaba que la ciudadanía morelense recobrara la paz y la tranquilidad.
A la par, el mandatario morelense enfrentaría también problemas con Cuauhtémoc Blanco, alcalde de Cuernavaca, quien desde el inicio de su gestión en 2015, se manifestó en contra del Mando Único, situación que es completamente entendible, pues el señor quería su propia policía.
Este roce comenzó desde meses antes, cuando Graco declaró que el exfutbolista era casi casi un títere, manipulado por personas cercanas al crimen organizado que «quieren aprovechar su inexperiencia para que grupos delincuenciales se instalen en Cuernavaca».
Así pues, el gobernador señaló a Federico Figueroa, hermano del cantante Joan Sebastian, como una de las personas que están detrás de Blanco, acusándolo de tener nexos con el grupo del crimen organizado «Guerreros Unidos», quienes supuestamente participaron en la desaparición de los Normalistas de Ayotzinapa.
Ante esto, Blanco únicamente resolvió que las acusaciones eran graves e indicó que si le llegaba a suceder algo, sería culpa del mandatario estatal. Igualmente, Blanco Bravo comentó que, ante la incapacidad estatal de mantener la seguridad, buscaría derogar el convenio que establecía el Mando Único en Cuernavaca.
Estos hechos se concretaron en el mes de diciembre, cuando el exfutbolista anunció la retirada del municipio del Mando Único, sin embargo, ante la poca capacidad de la policía municipal, informó que solicitaría ayuda al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para ejecutar tareas de seguridad.
No obstante, Blanco cedió a la colaboración del Mando Único en el municipio tras una reunión que sostuvo con «altos mandos» federales.
Fosas en Morelos
En 2014, fueron descubiertos en el poblado de Tetelcingo en Cuernavaca, Morelos, 117 cuerpos en fosas clandestinas, que de acuerdo con los reportes, habrían sido enterrados en un paraje por la Fiscalía de Morelos. Ante esta situación, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por Javier Sicilia; la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas; la Red Eslabones por los Derechos Humanos; Cauce Ciudadano A.C. y la Red Retoño, en conjunto con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) instalaron una carpa para la identificación de los cuerpos, los cuales tenían señas de tortura.
Los reportes indicaban que la gran mayoría de los cuerpos exhumados presentaban signos de tortura, por lo que se supuso, en un inicio, que habrían sido enterrados por miembros del cártel de Los Zetas, no obstante se reveló que tanto el predio como las labores de entierro se habían llevado a cabo por la Fiscalía del estado.
Graco Ramírez fue llamado por ONGs a rendir declaración por dicha fosa, sin embargo, se negó, por lo que Javier Sicilia volvió a arremeter en su contra, criticando su gobierno, denunciando que estos actos únicamente evidenciaban el crimen y la impunidad.
Posteriormente, se darían a conocer los resultados de los peritajes realizados por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), los cuales determinaron que el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, habría incurrido en los delitos de encubrimiento, negligencia y obstrucción de la justicia al otorgar información imprecisa sobre dos fosas clandestinas ubicadas en Tetelcingo.
El reporte de las diligencias señalaba que el gobernador podría haber incurrido en delitos de lesa humanidad y en contra de los derechos humanos, ante lo cual debe ser investigado y sancionado conforme a derecho, incluso por organismos internacionales. Y es que se determinó que lo documentado por el gobierno estatal no concordaba con lo hallado en la fosa clandestina, cuyos restos encontrados datan de los años 2010 y 2013.
Casi un año más tarde, otro obstáculo para Graco Ramírez se presentaría, luego de que intentara presentar un informe o su versión de los hechos de la realización de fosas clandestinas en Jojutla, ya que no se contaba con la participación de la ciudadanía en el informe.
Los vecinos del Panteón municipal informaron que, en realidad, había más cuerpos de los que fueron exhumados en un inicio y que muchos de ellos habían sido enterrados en el lugar tanto por gobiernos municipales como estatales desde el año 2009, cuando la alcaldía era presidida por el priista Enrique Retiguín, siguiendo el mismo proceso la presidenta municipal del PRD, Hortensia Figueroa Peralta y el gobernador de la entidad Marco Antonio Adame.
Esta situación llevó a Graco Ramírez a señalar como responsable al exprocurador de Justicia de Morelos, Rodrigo Dorante, acusándolo como el autor de la sepultura de restos humanos en las fosas de Jojutla y Tetelcingo.
Por ello, únicamente resolvió señalar que dichas acciones se habían llevado a cabo durante la administración pasada, no en la que él comandaba. Para dar el «espaldarazo», salió el fiscal Javier Pérez Durón a indicar que el mandatario estatal sería eximido de cualquier responsabilidad en las inhumaciones ilegales de Tetelcingo e irregulares de Jojutla, pues «la ley que tiene la dependencia establece responsabilidades para el fiscal y los demás mandos, pero no necesariamente para el señor gobernador».
Paso Exprés
Como si las fosas clandestinas no fueran suficientes, una vez más, Graco Ramírez se vio involucrado en una situación incómoda con el gobierno federal, cuando un automóvil cayó en un socavón en la carretera México-Cuernavaca, provocando la muerte de las dos personas que viajaban a bordo, pues las labores de rescate iniciaron demasiado tarde.
«Quien esté libre de toda culpa, que arroje la primera piedra», pudo haber dicho Graco al ser el primero en salir y señalar que él, o su gobierno, había avisado sobre las irregularidades en la construcción, por lo que la «bolita» quedaría entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC), al mando de Gerardo Ruiz Esparza o las empresas Aldesa y Epccor, ganadoras de la concesión para la construcción de dicha carretera.
En esa batalla, quien tenía las de perder era la empresa, y así sucedió. Esparza se desmarcó y se encargó de sacarle sus «trapitos» a la constructora.
Graco no se negó a comparecer ante la Cámara de Diputados, lo cual de inmediato fue señal de que había aprendido la lección de sus obstáculos anteriores, en los que fue señalado por no colaborar con las investigaciones.
Esta vez, el mandatario, inclusive, presentó pruebas de los avisos emitidos ante la SCT. Ruiz Esparza también compareció, sin embargo, negó «bajarse del barco» y señaló que no era momento de «sacrificios políticos». La responsabilidad fue cedida a las empresas, quienes indemnizaron conjuntamente a los familiares de los fallecidos y se comprometió a reparar los daños materiales.
Graco presidenciable
Fue a través de un comunicado que Graco Ramírez aceptó sus intenciones de contender por la presidencia de la República en 2018. Dicho documento fue emitido en el mes de marzo, cuando aún no se conocían los deseos de Alejandra Barrales de conformar el Frente Amplio o ahora llamado, Frente Ciudadano.
La decisión de Barrales, dirigente nacional del PRD, ha gustado y no al interior del partido, no obstante, como contendiente, Ramírez lo aplaudió señalando que «es una decisión acertada para el PRD y México, y que es el inicio de una nueva historia para la Nación».
Mientras tanto, el mandatario morelense señaló que su principal intención al contender por la presidencia es «lograr la reconciliación del país y la paz. Para el 2018 hay tres cosas: cambio, continuidad o abismo. Y el abismo es el hombre que se presenta como el único salvador de la patria».
En cuanto a quienes critican la decisión interna del PRD de ir con el PAN en un frente común, señaló que «debemos de reconocer que todos los partidos están en crisis. La sociedad ha avanzado más rápidamente que las fuerzas políticas. Si en el PRD existen diferencias, es porque hay una tradición de expresar abiertamente todas las posturas».
Hablando abiertamente de los posibles presidenciables del PRD, reafirmamos cada vez más la carencia de nombres y personajes de peso al interior del partido, situación que queda clara al ver el número de candidatos impulsados al interior del Sol Azteca para contender por los estados en donde fueron en alianza con el PAN.
Es por esta carencia institucional que los Chuchos buscaban impulsar a Juan Zepeda a la presidencia. Sí, aquel contendiente a la gubernatura del Estado de México…
Por más que al interior del PAN se piense, como es el caso de Margarita Zavala, que la alianza no será electoral, es muy fácil darse cuenta que lo más probable es que sí lo sea. Lo que Barrales no acepta es que esta alianza únicamente propiciará que la creciente «desbandada» hacia Morena aumente.
Así, el mandatario morelense es de los pocos interesados del PRD por la presidencia; a él se suma únicamente el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles. Y si pudiéramos tomarlo en cuenta, Miguel Ángel Mancera, a quien no le fue muy bien la última vez que se presentó en un evento del PRD a nivel nacional, pues fue abucheado y vitoreado.
Con esos antecedentes, parece que, ya iniciado el proceso electoral, el PRD aún no tiene a ningún personaje que pueda colgarse el distintivo de «mejor posicionado» para la presidencia de 2018, lo cual refleja una severa crisis en el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas.
Por: César J.G. y Edgardo V.L.
HOY NOVEDADES/ELECCIONES 2018
