Desde hace más de una década, el gobierno mexicano ha estado buscando regular atribuciones del ejército y la marina con el simple objetivo de otorgar gobernabilidad al sistema político del país, no para la seguridad pública como tanto lo presumen.
Es por ello que este jueves, el pleno de la Cámara de Diputados dio luz verde, con 248 votos a favor, para que se ejerza la Ley de Seguridad Interior, con el objetivo de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles «para el beneficio de la sociedad».
¿Cómo repercutirá en la vida de los mexicanos?
Si bien se han cansado de difundir que con la ley garantizarán nuestra seguridad, tanto nacional como pública, lo único notable es que quieren seguir ejerciendo su poder, no solamente con los ciudadanos sino con otros gobernantes.
No obstante, nos estarían llevando «entre las patas», pues por dicha aprobación las Fuerzas Armadas tendrán facultades de policía, cosa que les permitiría realizar acciones preventivas a su criterio. Además se estaría poniendo en duda la preservación de los derechos humanos, ya que darán pie a que las fuerzas Federales, dentro de los cuales se destaca a los militares, intervengan contra las protesta sociales.
Aunque hay zonas del país donde la ausencia de la policía ante el control del crimen organizado sí ha requerido una presencia militar, la violencia es prueba de que el involucramiento de las fuerzas armadas no ha resultado en una mejora en términos de seguridad.
Básicamente, y para no hacerlo tan largo, el presidente de la República, en este caso Enrique Peña Nieto, podrá ordenar la intervención de la Federación para la realización e implementación de Acciones de Seguridad Interior, es decir, una intervención del Ejército y la Marina en zonas de conflicto.
Debido a lo anterior, diversas ONG’s nacionales e internacionales, en pro de los derechos humanos, se pronunciaron en contra del dictamen impulsado, principalmente por el PRI, ya que consideran que la ley abre la puerta a la militarización del país, y potenciales violaciones de garantías de los ciudadanos.
Sea cual sea su objetivo sobre sí los gobernadores deben o no tener el control de la policía porque le resta autoridad a los presidentes municipales o si se debe llevar a cabo la ley para fortalecer la figura del presidente o gobernantes, es lamentable que nosotros seamos los únicos que paguemos los platos rotos…
Debido a que ya sabemos que todos los políticos están cortados por la misma tijera. Que mejor ejemplo que esté, en donde la Cámara de Diputados recibió los votos a favor por parte de priistas, panistas, perredistas, del Partido Verde Ecologista de México y Nueva Alianza, siendo Morena de los pocos que votaron en contra.
Habrá que estar alertas, pues ahora dicha ley pasará al Senado para su discusión, votación y tal vez aprobación.
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