Ciudadanía: entre NAIM en Texcoco o habilitación de AICM y Santa Lucía
Ciudadanía: entre NAIM en Texcoco o habilitación de AICM y Santa Lucía

El resultado de la consulta sobre el NAIM se dará a conocer dos horas después de haber concluido.

El equipo de transición de AMLO dio a conocer la papeleta con la que la ciudadanía definirá el futuro sobre el NAIM.

El equipo de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, encabezado por el futuro coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, dio a conocer la papeleta con la cual la ciudadanía expresará su opinión respecto a la viabilidad del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, esto del 25 al 28 de octubre.

En dicha papeleta se plantean un par de opciones en torno la coyuntura aeroportuaria, mismas que son precedidas por la frase «Dada de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ¿cuál opción piensa usted que sea mejor para el país?». Posterior a ello son presentadas las dos respuestas:

  1. Reacondicionar el actual aeropuerto de la CDMX y el de Toluca y construir 2 pistas en la base aérea de Santa Lucía.
  2. Continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto en Texcoco y dejar el actual aeropuerto de la CDMX.

Además, al reverso de la papeleta está disponible un espacio para que el encuestado pueda argumentar sus respuestas.

El próximo titular de comunicación federal reveló que esta encuesta nacional tendrá un costo aproximado de un millón y medio de pesos, y será realizada con dinero que ha sido aportado por diputados y senadores de Morena. «Será financiado con aportaciones voluntarias de legisladores federales y se harán públicos los depósitos y la aportación personal de los legisladores».

Además, Ramírez aseguró que es necesario realizar este tipo de consultas, puesto que «El NAIM va más allá de la CDMX, de la zona metropolitana del Valle de México; implica a todos los mexicanos porque lo que está en juego porque tiene un impacto social, económico, ambiental y en las finanzas públicas».

Esto fue respaldado por el presidente de la Fundación Arturo Rosenblueth, Enrique Calderón Alzati, quien destacó que este ejercicio es «fundamental en el cambio que está sucediendo en el país; uno en la forma de gobernar que en el pasado ha sido una dictadura en la que se ha impuesto la voluntad que ha pagado México».

De igual forma, el equipo de transición se negó a siquiera pensar que se trate de una consulta que pone por encima ciertos intereses, sino que se trata de una consulta que posibilita la formación de una cultura democrática.

Al respecto, antes de su gira de trabajo por el estado de Colima, el presidente electo se pronunció en contra de las suposiciones que indican que las dos opciones que se vislumbran en la consulta sean resultado de presiones «cupulares».

«Desde luego una consulta requiere más participación, pero eso lo va a decidir también la gente; a lo mejor participan más, participan menos, lo importante es la opinión de los ciudadanos, que se está recogiendo el sentimiento de la gente, que no es una decisión cupular».

Así mismo, el tabasqueño aseguró que esta consulta, será vinculatoria y aunque será financiada por legisladores de Morena, no contará con ningún tipo de sesgo.

Sin embargo, esta consulta no mantiene muy felices a otros personajes o instituciones inmersos en la vida política del país, ejemplo de ello es el hecho de que un cúmulo de militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han señalado que preparan una ruta legal en su contra, puesto que viola el artículo 35 de la Constitución y la Ley Federal de Consulta Popular.

Si bien señalaron que no boicotearán esta consulta, sí buscarán imponer la ley frente a ella y así, lograr que el resultado de esta no sea vinculatoria. «Esta consulta es ilegal de origen porque la convoca un ciudadano, aunque sea el Presidente electo; porque la organiza un partido político, Morena; porque el cómputo lo realizará una asociación civil y porque sólo se convoca a una parte de la ciudadanía, la que habita en 538 municipios del país, marginando a los habitantes de 2 mil municipios», señalaron los militantes del Sol azteca.

A mediados del mes de septiembre, la casa encuestadora Consulta Mitofsky realizó una encuesta en torno a esta situación. En ella, enunció tres posturas, la primera de ellas sobre mantener el actual aeropuerto y construir dos pistas en Santa Lucía; en otra de ellas plantea mantener el proyecto del NAIM en Texcoco; y una tercera refiriendo a los encuestados que no contestaron.

Los datos recabados permitieron establecer que el 42 por ciento de la población prefiere que el proyecto continúe en el municipio mexiquense; el 38.6 por ciento prefirieron no dar su opinión y 19.4, se manifestaron en la opción de habilitación de dos pistas en Santa Lucía. Estas cifras por sí solas son desalentadoras para las poblaciones que han buscado desde 1999, cuando comenzaron las compras de ejidos para este megaproyecto, echar atrás su construcción.

No obstante, se suma una variante más que revela que esta temática no es de relevancia para la ciudadanía, puesto que esta encuesta exhibe que el 53 por ciento de los mexicanos no está interesado en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. En contraste, el 44.5 por ciento mostró mucho o algo de interés, mientras que el 2.5 por ciento no supo o no quiso responder.

En cuanto al interés por participar en la consulta planteada para el próximo 25 y 28 de octubre, los encuestados contestaron a favor en un 55.56 por ciento. Esto nos lleva a un estudio realizado recientemente por De las Heras Demotecnia, proveedora de servicios de investigación, quienes preguntaron a la población «¿Usted qué tan preparado se siente para tomar una decisión sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto?

En esta nueva encuesta, el 26 por ciento dijo estar muy preparado; el 30 dijo algo preparado; el 21 reveló estar poco preparado; y una cantidad similar dijo estar nada preparado. Sin embargo, las personas encuestadas señalaron en un 39 por ciento que AMLO usa este tema por haber sido un tópico de campaña pero que en realidad no quiere cancelarlo. En este mismo sentido, el 56 por ciento se dijo confiado en que realmente se quiere tomar cartas en el asunto y saber lo que opina la gente.

Así, un universo de 82 por ciento de los electores de diversos municipios, tendrán la última palabra respecto a si el NAIM va o no. Empresarios, políticos, el gobierno entrante y la ciudadanía tendrán que decidir en torno a la estabilidad de una región que se ha visto asediada por el megaproyecto impulsado en este sexenio.

HOY NOVEDADES/MI MÉXICO