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Pretenden ganar 150 mil pesos al mes.

Le corresponde a la Secretaría de Finanzas local, y posteriormente a Congreso, revisar este caso.

La propuesta de que en la capital nadie gane más que la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum Pardo no es bien vista por todos los funcionarios públicos. Un botón de muestra son los magistrados del Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX), quienes pretenden ganar más de 80 mil pesos mensuales.

Gustavo Anzaldo Hernández, magistrado presidente del TECDMX, dio a conocer un proyecto presupuestal en el que le pide al congreso capitalino un salario de 150 mil pesos al mes a partir del siguiente año para los magistrados.

Esta solicitud la hizo pública Anzaldo Hernández tras reunirse con diputados de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso de la Ciudad de México, a quienes les presentó en la mesa de trabajo que se realizó el anteproyecto del presupuesto para el ejercicio fiscal 2019 que consta de 275 millones 640 mil pesos.

Con este posicionamiento que se contrapone a lo propuesto por Sheinbaum Pardo, ahora le tocará a la Secretaría de Finanzas de la capital fijar un límite presupuestal, el cual deberá ser evaluado y analizado en el congreso de la Ciudad de México; el TECDMX tendrá acceso a este tope salarial.

En el encuentro Paula Soto, diputada local de Morena, le pidió a Anzaldo Hernández que reduzca algunos gastos que, dijo, son excesivos; por ejemplo, cuartos de hotel de hasta cinco mil pesos o cuentas de comida por tres mil pesos. El magistrado presidente aseguró que tomarán en cuenta los señalamientos pero no para el presupuesto del año siguiente sino en el correspondiente a 2020.

Ganará lo mismo que Amieva

La jefa de gobierno ganará 104 mil pesos mensuales que, con el pago de impuestos, queda en un sueldo neto de 74 364 pesos, según información proporcionada por la Secretaría de Finanzas. En algún momento se comentó que Sheinbaum Pardo podría reducir su salario al asumir al mandato, no obstante cobrará lo mismo que su antecesor José Ramón Amieva.

La morenista no disminuyó su ingreso como responsable del gobierno de la capital pero anunció una serie de medidas que forman parte de la austeridad republicana que prometió durante su campaña electoral. Dentro de las acciones que implementará la exdelegada se encuentran la desaparición del cargo «jefe de oficina» y la reducción de colaboradores en un 50 por ciento en comparación con la administración pasada.

 

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