Acusa Gómez Urrutia a German Larrea por no seguir los convenios establecidos
Más de 30 mil afectados no cuentan con agua y servicios de salud dignos tras el derrame industrial.
El Senador de la República por Morena y líder minero, Napoleón Gómez Urrutia, solicitó que se reabra la investigación referente al caso del desastre ecológico suscitado en el Río Sonora, en 2014, mismo que terminó por afectar a más de 30 mil personas de la región.
A través de un comunicado de prensa, Urrutia, quien se desempeña como presidente de la Comisión del Trabajo del Senado, señaló a la compañía Minera Buenavista, del empresario German Larrea, por no haber cumplido con las obligaciones que le fueron impuestas tras el derrame de sustancias químicas en el Río Sonora.
Gómez Urrutia citó el estudio de Reina Castro Longoria, catedrática de la Universidad de Sonora, en el cual se exhiben daños aún visibles en la actividad agrícola y ganadera de la región, donde al menos ocho municipios han visto afectados sus cultivos de maíz, papa, frijol y calabaza, así como afectaciones al agua potable, lo que ha provocado constantes enfermedades en los habitantes.
Por ello, el senador arremetió contra Larrea al recordar que no se han abierto las clínicas de salud para la atención de los afectados, no se ha cumplido con el monitoreo del agua, por parte de la empresa culpable del desastre ecológico, y tampoco se construyeron plantas para el tratamiento del vital líquido.
Al recordar que las cosas cambiarán con la administración del nuevo Gobierno Federal, Napoleón afirmó que German Larrea se ha dedicado, por años, «a corromper a autoridades federales y estatales para evadir los acuerdos (…) Esto no puede quedar en la impunidad, pero este caso es parte de la corrupción que se vive en México».
Urrutia lamentó que las operaciones de la empresa no hayan sido detenidas «ni un solo minuto» y en su lugar se siga afectando a los pobladores, quienes no cuentan con plantas especializadas para el tratamiento de agua, ni clínicas para atender las enfermedades producto del contacto con el material químico, muchas de ellas derivaron en alguna especia de cáncer, confirmó el senador.
Cabe recordar que el 6 de agosto de 2014, el derrame de 40 millones de litros de sulfato se derramaron en el caudal del Río Sonora, lo que provocó la contaminación de sus aguas y las del río Bacanuchi, afectando a 22 mil personas y siete municipios de Sonora (según información de Proceso), además de más de 5 mil 500 hectáreas de cultivo y 72 mil cabezas de ganado.
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