«Huachicoles juegan a las vencidas», acusa el jefe del Ejecutivo.
López Obrador pidió a la población mantener su apoyo a la estrategia: «no hay riesgo de quedarnos sin combustible», dijo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó en su conferencia matutina que el flujo de gasolina hacia los estados que sufrieron escasez en días pasados avanza hacia la normalización, no obstante denunció que continúa el «sabotaje» al ducto Tuxpan-Azcapotzalco, que suministra gasolina a la capital del país y por el cual corren diariamente 170 000 barriles de hidrocarburo, hecho que categorizó como un «juego de vencidas».
Ante ello, dijo, se trabaja lo más rápido posible para que los ductos sean reparados y no se ponga en riesgo la vida ni de trabajadores de la paraestatal ni de la población. Ante los nuevos intentos por robar combustible, Obrador solicitó a la población «que nos sigan apoyando y ayudando, resistiendo y aguantando estoicamente ante las molestias que ocasiona hacer filas».
Desde Palacio Nacional, sede de sus conferencias, el tabasqueño anunció que el gobierno a su cargo adquirirá en los próximos días 500 pipas de 60 mil litros cada una con el afán de dotar de combustible a regiones de escasez. Aunado a ello, dijo que la siguiente semana hará personalmente un recorrido por el ducto Tuxpan-Azcapotzalco, el cual ya ha sido reforzado por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Anunció que se reunirá con pobladores de las distintas comunidades cercanas a los ductos y realizarán asambleas para conocer la situación que permea a la región.
En su intervención, el general Arturo Velázquez, encargado del operativo contra el robo de combustible hizo del conocimiento de la prensa que por instrucciones del presidente, 850 elementos del Ejército, Marina y Policía Federal fueron desplegados a lo largo de los 311 kilómetros del ducto para garantizar su seguridad.
Explicó que para que el operativo sea exitoso serán establecidas 16 comandancias, desde las cuales se girarán órdenes, y se formarán células para abarcar las distintas regiones que comprende dicho ducto. A ello se sumará el uso de aeronaves durante el día y la noche, con lo que se apoyará la estrategia.
Toda esta estrategia, reiteró López Obrador, reforzará la vigilancia que ya ejercen 5 mil uniformados a los ductos. Abundó que también se trabaja ya desde la Secretaría de Bienestar para la entrega de apoyos en los 30 municipios que atraviesa la infraestructura de Pemex que está siendo saboteada, con el fin de que la población evite caer en ilícitos en miras de obtener recursos.
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